Audrey R. Chapman
Los ensayos clínicos de fase I plantean problemas éticos, en particular los ensayos de fase I que implican una terapia novedosa que se prueba en humanos por primera vez, generalmente denominados ensayos de primera en humanos (FIH). La idoneidad ética de la investigación clínica requiere tener una relación riesgo-beneficio favorable y proteger a los pacientes de un riesgo excesivo, pero ambos estándares pueden ser difíciles de evaluar y lograr en los ensayos de fase I. No existen estándares ampliamente aceptados para los juicios sobre riesgo, beneficio y valor en los ensayos de fase I. También la cuestión de cómo conceptualizar y calcular el beneficio ha sido un tema de debate ético, en particular para los ensayos de fase I donde la probabilidad de beneficio terapéutico para los participantes es muy pequeña. En concreto, ¿deberían los reguladores y las juntas de revisión institucional aprobar los ensayos de fase I en ausencia de un beneficio probable para los participantes cuando estos sujetos están expuestos a un nivel incierto y potencialmente alto de riesgo? Luego está la cuestión de cómo comunicar información precisa y significativa sobre la incertidumbre, el riesgo de eventos adversos y la perspectiva muy limitada, si es que existe, de beneficio terapéutico a los posibles participantes del ensayo a fin de promover un proceso de consentimiento informado significativo. El hecho de que los ensayos de FIH que involucran agentes muy novedosos a menudo inscriban a participantes con necesidades graves no satisfechas complica aún más el proceso.
Las reacciones adversas muy graves que se produjeron en el primer ensayo en humanos del antipodio monoclonal TGN412 en Gran Bretaña llevaron a la emisión de varios informes sobre estudios de primera en humanos y la Agencia Europea de Medicamentos publicó una guía sobre ensayos de primera en humanos poco después. En los últimos dos años, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) (de los Estados Unidos) ha aprobado solicitudes de nuevos fármacos en investigación para tres ensayos clínicos de fase I de primera en humanos de terapias candidatas derivadas de células madre embrionarias humanas (hESC). Ni la FDA ni los Institutos Nacionales de Salud han desarrollado sus propias pautas para la seguridad y la ética de los primeros ensayos en humanos o pautas para los primeros ensayos en humanos con derivados de hESC.
El análisis de este artículo destaca la necesidad de prestar una atención más centrada a las cuestiones éticas que plantean los primeros ensayos en humanos. El artículo propone identificar los requisitos previos para comenzar los ensayos con una intervención novedosa y potencialmente de alto riesgo. Lo preferible es que existan directrices claras y/o una revisión por parte de un organismo central.