Kebede SO y Bokelmann O
Aunque las hortalizas autóctonas siempre han sido un cultivo alimentario básico, la promoción de su producción, comercialización y consumo es un fenómeno reciente. Ya existe consenso en que las hortalizas autóctonas contribuyen a la seguridad alimentaria al proporcionar una variedad de nutrientes, al tiempo que alivian las tensiones de inseguridad alimentaria durante los períodos de escasez de alimentos. Este estudio encontró que los productores de hortalizas autóctonas muestreados en Kenia seguían prácticas de producción sostenibles al utilizar predominantemente fertilizantes orgánicos y, de ese modo, maximizar los procesos biológicos naturales y promover la biodiversidad local, lo que ayuda a mejorar la fertilidad del suelo y la sostenibilidad ambiental. Además, el uso de semillas locales minimizaba los gastos agrícolas y el costo de los insumos no renovables. Este estudio se centró en el uso de fertilizantes, con el objetivo de identificar los principales factores socioeconómicos que determinan el uso de diferentes tipos de fertilizantes entre los agricultores de hortalizas autóctonas. El modelo probit ordenado encontró que los hogares más grandes (en términos de tamaño del hogar) y en mejor situación económica tenían más probabilidades de utilizar fertilizantes orgánicos. Además, la recepción de remesas, la distancia al mercado, el acceso a información sobre la aplicación de fertilizantes y vivir en una zona rural aumentaban la probabilidad de utilizar fertilizantes orgánicos. Considerando la contribución de los AIV a la seguridad alimentaria y sus procesos de producción conforme a la producción sostenible, se recomienda promover y ampliar su producción y comercialización.