Ben L. Green, Marc A. Bailey, Katherine I. Bridge, Kathryn J. Griffin y Julian A. Scott
Introducción: El aneurisma aórtico abdominal (AAA) representa una de las principales causas de muerte en el grupo de mayores de 65 años. La evidencia actual sugiere que el desarrollo del AAA puede deberse a una respuesta inflamatoria mediada por el sistema inmunitario que conduce a la degradación de la matriz extracelular, al aumento del estrés biomecánico de la pared y a la consiguiente dilatación aórtica. Los factores de riesgo modificables incluyen la hipertensión y el tabaquismo; sin embargo, el papel potencial del alcohol sigue sin estar claro.
Metodología: Se realizaron búsquedas en las bases de datos electrónicas EMBASE, Pubmed, Medline y Web of Science utilizando términos de búsqueda de palabras clave junto con operadores booleanos basados en las recomendaciones PRISMA ('Etanol' O 'alcohol') Y ("aneurisma" O 'aneurisma aórtico abdominal' O 'AAA'). Se incluyeron artículos que consideraran una asociación entre el alcohol y los pacientes con y sin AAA, según el título, la palabra clave y el resumen. No se impuso ninguna limitación por año, metodología o idioma. Se realizaron búsquedas manuales en las listas de referencias de los estudios incluidos y en los contenidos de revistas pertinentes para encontrar estudios adecuados adicionales.
Resultados: Se identificaron ocho artículos para su inclusión, la mayoría de los cuales eran estudios de cohorte retrospectivos y prospectivos. Cinco de los estudios informaron una asociación positiva entre el alcohol y el AAA; sin embargo, uno informó una pérdida de asociación después del ajuste por factores de confusión, incluido el tabaquismo. Tres estudios más no informaron asociación, aunque en dos estudios escandinavos, el consumo de alcohol fue considerablemente menor en comparación con los que informaron una asociación positiva.
Conclusión: La evidencia existente es limitada, pero puede sugerir un vínculo entre los altos niveles de consumo de alcohol y el desarrollo de AAA, mientras que el consumo moderado puede conferir cierta protección. Se requieren más estudios epidemiológicos.