Carla Elena Mezo-González
Además de ser un factor de riesgo primario para la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular, la obesidad se asocia con discapacidades de aprendizaje. Sin embargo, los mecanismos subyacentes al deterioro cognitivo inducido por la obesidad son poco conocidos. Aquí examinamos si una desregulación de la vía cerebral de la quinurenina (KP) podría ser la causa de los déficits de aprendizaje que exhiben los individuos obesos. La vía de la KP es la ruta principal del metabolismo del triptófano (Trp). Se inicia por la conversión enzimática de Trp en quinurenina (KYN) por la indolamina 2,3-dioxigenasa (IDO). La KYN se convierte además en varias moléculas de señalización, incluido el ácido quinurénico (KA) y el ácido quinolínico (QA), que tienen un impacto negativo en el aprendizaje. Las ratas Wistar fueron expuestas a un pienso estándar o a una dieta de libre elección con alto contenido de grasas y azúcar (fcHFHS) desde el destete hasta los 120 días de edad. Luego se evaluó su capacidad de aprendizaje utilizando una combinación de tareas de reconocimiento y localización de objetos nuevos, y se determinaron las concentraciones de triptófano y metabolitos derivados de la quinurenina en varias regiones cerebrales mediante cromatografía líquida de ultra rendimiento-espectrometría de masas en tándem. Las ratas obesas mostraron una capacidad de aprendizaje reducida caracterizada por una codificación y consolidación de la memoria deterioradas junto con mayores concentraciones de Trp, QA y ácido xanturénico (XA) en el hipocampo, pero no en la corteza frontal y el tronco encefálico. Por el contrario, la obesidad aumentó la expresión de IDO en las primeras regiones, pero no en el hipocampo. QA y XA estimulan el sistema glutamatérgico y su mayor producción conduce al deterioro cognitivo. Por lo tanto, estos resultados sugieren que el metabolismo alterado de la vía de la quinurenina contribuye a las discapacidades de aprendizaje asociadas con la obesidad.