Nada Vasic, Branislava Milenkovic, Ruza Stevic, Dragana Jovanovic y Verica Djukanovic
La amiodarona es un fármaco antiarrítmico que se utiliza habitualmente para el tratamiento de arritmias ventriculares y supraventriculares. Es un compuesto que contiene yodo y tiene tendencia a acumularse en determinados órganos, incluidos los pulmones. Describimos un caso de toxicidad pulmonar inducida por amiodarona con cáncer de pulmón concurrente que demostró una buena respuesta al tratamiento. Un fumador de 69 años se presentó en nuestro servicio de urgencias con una historia de cuatro meses de disnea progresiva, tos y pérdida de peso de 5 kilogramos. La radiografía de tórax al ingreso mostró una sombra cardíaca agrandada y un hilio prominente bilateralmente; la TC reveló opacidades en vidrio esmerilado en el pulmón derecho y ganglios linfáticos mediastínicos agrandados. Sus antecedentes médicos eran importantes para miocardiopatía dilatada y fibrilación auricular (para la que había estado tomando amiodarona durante 5 años). Los hallazgos radiológicos, disminución de la capacidad pulmonar total (TLC=84%), disminución de la capacidad de difusión pulmonar (DLCOc=73%) y opacidades del epitelio corneal sugirieron toxicidad pulmonar inducida por amiodarona (APT) y/o enfermedad maligna avanzada. La amiodarona fue eliminada de su perfil de medicación debido a la sospecha de toxicidad farmacológica. El estado clínico del paciente mejoró rápidamente y la radiografía de tórax realizada después de 7 días mostró la mejoría correspondiente. La broncoscopia posterior incluyó una biopsia transbronquial que reveló adenocarcinoma de pulmón. La presunta APT del paciente se trató con metilprednisolona 40 mg IV diariamente durante las primeras dos semanas y, posteriormente, con prednisona 20 mg/día por vía oral durante dos meses. Un mes después de la terapia con esteroides (y antes de la quimioterapia) ambos pulmones mostraron una mejoría radiográfica. La respuesta al tratamiento con quimioterapia fue exitosa, con un buen estado funcional (ECOG1) después de 10 meses. Este caso con APT comórbida y cáncer de pulmón ilustra la importancia de la diligencia en el desarrollo de diagnósticos diferenciales para infiltrados pulmonares. Los médicos torácicos deben tener cuidado de recordar que la toxicidad pulmonar inducida por amiodarona (APT) a veces puede imitar una neoplasia maligna pulmonar diseminada.