Tomaz Makovec, Amrit Srecko Sorli*, Rado Gorjup, Zivan Krevel, Sebastijan Piberl
La investigación mundial sobre la eficacia de la vacuna contra la COVID-19 utiliza métodos que engañan a la comunidad científica y a la opinión pública. Existe un estándar básico en medicina: para medir la eficacia de un medicamento experimental, necesitamos tener dos grupos. El grupo que tomará el medicamento y el grupo que no lo tomará. Seguimos el estado de salud de ambos grupos durante unos meses y obtenemos resultados objetivos. Esta es la única metodología adecuada para verificar la eficacia de un nuevo medicamento. Los artículos citados del 1 al 5 no utilizaron el estándar básico. Desarrollan diferentes tipos de metodologías que no tienen ninguna significación estadística. Sobre la base de sus metodologías, concluyen que las vacunas contra la COVID-19 tienen un efecto positivo en la salud pública. Al comparar los gráficos de la intensidad de la vacunación y la tasa de mortalidad, vemos que después del período de vacunación intensa sigue el período de mayor exceso de mortalidad. Los datos estadísticos básicos confirman que las vacunas contra la COVID-19 aumentaron la tasa de mortalidad.