Juan Bueno
En la actualidad, la aparición de microorganismos resistentes a múltiples fármacos, como Acinetobacter baumannii y Mycobacterium tuberculosis, así como nuevas formas resistentes a fármacos de Neisseria gonorrhoeae, junto con la evolución de genes de resistencia como las carbapenemasas KPC (Klebsiella pneumoniae clase A) y NDM-1 (New Delhi metallo-β-lactamasa 1), constituyen una amenaza para la salud pública que requiere grandes esfuerzos en materia de prevención, tratamiento y diagnóstico. Por ello, la declaración del Panel Interacadémico y del Panel Médico Interacadémico (IAP-IAMP) incluida en sus recomendaciones globales hace un llamamiento a la acción para abordar la resistencia a los antimicrobianos bajo el siguiente punto “Fomentar la innovación de la industria y los programas de investigación y desarrollo colaborativos público-privados para terapias, diagnósticos y vacunas”. De esta manera, el desarrollo de nuevos fármacos antimicrobianos no sólo es necesario, es una prioridad la búsqueda y desarrollo de nuevas estrategias farmacológicas para prevenir la aparición de resistencia a los antimicrobianos, estas estrategias deben tener la capacidad de mejorar la terapia antiinfecciosa actual en combinación y recuperar la susceptibilidad de cepas multirresistentes a los antibióticos. Por lo tanto, la introducción de plataformas de cribado en un programa racional de descubrimiento de fármacos adyuvantes antimicrobianos in vitro es un enfoque importante que permitirá la detección de nuevas entidades químicas que puedan inhibir los mecanismos de resistencia de manera específica y sin efectos secundarios, buscando aumentar el efecto microbicida y prevenir el desarrollo de mutaciones posteriores a la terapia antiinfecciosa. El objetivo de esta revisión es explorar los adyuvantes antibióticos como un plan de acción terapéutico que puede desarrollarse para el descubrimiento de nuevos compuestos que hagan que las bacterias sean más susceptibles a los antiinfecciosos al mejorar su eficacia.