Pawlowska M, Pilarczyk M y Halota W
La evolución clínica de la infección por VHC puede estar relacionada con manifestaciones extrahepáticas asociadas a trastornos linfoproliferativos como la crioglobulinemia mixta (CM) y el linfoma no Hodgkin de células B (LNHB). La incidencia de la infección por VHC en pacientes con CM supera el 80%, y entre los pacientes con linfoma no Hodgkin de células B, el 10-17%, mientras que esta frecuencia se correlaciona con la prevalencia del VHC en diferentes regiones geográficas.
Las recomendaciones de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL) de 2015 sobre el tratamiento de la hepatitis C priorizan el tratamiento de los pacientes con manifestaciones extrahepáticas de infección por VHC, independientemente de la fibrosis hepática. El tratamiento antiviral dio como resultado la desaparición del ARN del VHC en suero y la regresión tumoral en la mayoría de los pacientes con LNH-B indolente. Se reveló el alto porcentaje de supervivencia global (SG) a 5 años y supervivencia libre de progresión (SLP) a 5 años para los pacientes tratados. La terapia antiviral mejoró el pronóstico de la enfermedad linfoproliferativa, independientemente de su forma histológica.
Debido a que la incidencia de infecciones por VHC en pacientes con neoplasias hematológicas es mayor que en la población general, es conveniente realizar pruebas de detección de la infección en todos los pacientes con LNH-B. La terapia antiviral debe considerarse como una opción terapéutica para pacientes con LNH-B indolente que no requieren citorreducción intensiva, porque un tratamiento anti-VHC eficaz induce una remisión clínica duradera del LNH-B. También se recomienda realizar pruebas de detección de la infección por VHC y realizar un examen para evaluar el tratamiento anti-VHC en pacientes con leucemia linfocítica aguda y crónica (LLA y LLC).