Abstracto

Evaluación de la seguridad del haloperidol en presencia de otros fármacos que prolongan el intervalo QT en la unidad de cuidados intensivos

J. MCLUCKIE

El delirio en la UCI es un trastorno neuropsiquiátrico común, caracterizado por una fluctuación aguda de la conciencia. El haloperidol se utiliza rutinariamente en las UCI para tratar y prevenir el delirio, que afecta a hasta la mitad de los pacientes de la UCI y se asocia con ventilación mecánica prolongada, estancias más prolongadas en la UCI y en el hospital y mayor mortalidad. El haloperidol, el principal tranquilizante por excelencia, se sintetizó hace 60 años en febrero de 1958. Desde entonces se ha utilizado en cientos de miles de pacientes con esquizofrenia y otras psicosis, en particular para el tratamiento de la agitación inducida por la psicosis, y está incluido en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud. En 1974-1975, Seeman, utilizando una preparación de cuerpo estriado de cerebro de rata, descubrió que el haloperidol bloqueaba selectivamente los receptores de dopamina D2. Esta hipótesis también proporciona una base biológica para explicar la eficacia observada del haloperidol no solo en la esquizofrenia sino también en el delirio. El exceso de dopamina puede causar algunas de las alteraciones neuroconductuales observadas en pacientes con delirio hiperactivo o mixto, a saber, agitación, inquietud, irritabilidad, aumento de la actividad psicomotora, distracción, hiperalerta, combatividad y síntomas psicóticos angustiantes. Esto explica por qué los fármacos dopaminérgicos, como la levodopa, pueden precipitar el delirio, mientras que los antagonistas de la dopamina como el haloperidol y otros antipsicóticos pueden controlar eficazmente los signos conductuales del delirio. Los antagonistas de la dopamina D2 potencian la liberación de acetilcolina, que puede ser otro mecanismo por el cual estos fármacos ayudan a aliviar los síntomas del delirio. Basándose en esta multiplicidad de efectos, algunos expertos sugieren que el haloperidol y otros agentes antipsicóticos pueden ser eficaces no sólo en el tratamiento de los síntomas conductuales del delirio (agitación), sino que también podrían ser útiles en pacientes con delirio hipoactivo para controlar los síntomas psicóticos angustiantes como las alucinaciones y los delirios.

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