Herbert B. Allen*, Rina Allawh, Lauren Ogrich, Neha Jariwala y Erum Ilyas
Hemos presentado los estudios clínicos, epidemiológicos, microbiológicos, patológicos, inmunopatológicos, serológicos y terapéuticos que muestran cómo el estreptococo puede estar fuertemente vinculado a la psoriasis. Con esto como antecedente, hemos presentado tres argumentos éticos que son convincentes a favor de la psoriasis. En primer lugar, esta teoría del “patógeno” microbiano es ignorada y pasada por alto a pesar de la abundancia de evidencia que la respalda. Siendo ese el caso, los tratamientos actuales, en consecuencia, no están dirigidos al inicio de la enfermedad, sino mucho más tarde en la cascada patogénica. Por último, el uso continuo de “biológicos” o inmunosupresores costosos, que no son curativos, presenta desafíos bioéticos. Consideramos que la psoriasis es una secuela de la infección estreptocócica similar a la fiebre reumática, donde el tratamiento, en las primeras etapas de la enfermedad, ha dado como resultado su desaparición.