Orlando Cenciarelli, Stefano Pietropaoli, Liliana Frusteri, Andrea Malizia, Mariachiara Carestia, Fabrizio D'Amico, Alessandro Sassolini, Daniele Di Giovanni, Annalaura Tamburrini, Leonardo Palombi, Carlo Bellecci y Pasquale Gaudio
La supuesta propagación tras el brote de la epidemia de fiebre hemorrágica causada por el virus del Ébola en África Occidental, en los primeros meses de 2014, pone de relieve la gestión de los riesgos biológicos relacionados con el transporte aéreo. El virus del Ébola es un agente altamente patógeno, que causa una fiebre hemorrágica definida como Ébola HF, caracterizada por una alta letalidad. Este virus se considera generalmente autolimitante en términos de difusión; su letalidad es de hecho tan alta que impide la salida de las zonas rurales donde generalmente se producen brotes. Sin embargo, cuando el virus proviene de zonas rurales y llega a zonas urbanas, es importante evaluar el riesgo de propagación incluso en zonas alejadas del brote de origen. Por lo tanto, es de suma importancia el desarrollo o fortalecimiento de estrategias y planes para tomar medidas con una respuesta oportuna y eficaz a fin de reducir las consecuencias de las emergencias de salud pública. Durante el brote del virus del Ébola en África Occidental en 2014, la Organización Mundial de la Salud centró su atención en muchos aeropuertos, escalas de los principales vuelos procedentes de África; La aviación, por su naturaleza, tiene el potencial de contribuir a la propagación mundial de enfermedades transmisibles, ya que los viajes aéreos permiten llegar a los lugares más remotos en cuestión de horas. La gestión de emergencias biológicas durante las operaciones ordinarias de las compañías aéreas y los aeropuertos representa una verdadera limitación en caso de situaciones epidémicas contrastantes o brotes endémicos. Un plan de respuesta eficaz debe incluir una evaluación cuidadosa de los riesgos y el establecimiento de procedimientos a seguir a bordo de las aeronaves o en tierra. Para garantizar el correcto funcionamiento de este complejo sistema, se requiere una amplia y eficaz cooperación entre los diferentes actores implicados. A nivel internacional, los organismos competentes han elaborado varios documentos y recomendaciones relacionados con la gestión de enfermedades contagiosas en el entorno aeronáutico. En este documento, tras una visión general de la respuesta internacional a las emergencias de salud pública en el entorno de la aviación, la atención se centra en la respuesta de emergencia a la crisis del virus del Ébola en 2014, incluida una evaluación de la posible dispersión del patógeno.