Abdullah Abdurehman*
La detección de microorganismos patógenos es la clave para la prevención e identificación de problemas relacionados con la salud y la seguridad. La legislación es especialmente dura en áreas como la industria alimentaria, donde la falta de detección de una infección puede tener consecuencias terribles. Los métodos de detección de patógenos tradicionales y estándar pueden tardar hasta 7 u 8 días en dar una respuesta, lo que es claramente insuficiente. Muchos investigadores han orientado recientemente sus esfuerzos hacia el desarrollo de métodos de diagnóstico rápido. La aparición de nuevas tecnologías, en concreto los biosensores, ha traído consigo enfoques nuevos y prometedores. El biosensor es un dispositivo analítico que detecta patógenos con la ayuda de un receptor de bioreconocimiento y convierte el resultado en una señal medible con la ayuda de un transductor. Tiene una aplicación vital en áreas como el diagnóstico clínico, la industria alimentaria, la vigilancia medioambiental y en otros campos, donde se necesitan análisis rápidos y fiables. Comenzando con el debate de varias técnicas de detección utilizadas habitualmente en la biodetección microbiana, este artículo ofrece una descripción de los últimos avances en la detección, identificación y cuantificación de patógenos, con especial énfasis en los biosensores.