Saad Musbah Alasil y Prameela Kannan Kutty
El nacimiento de la vacunación materna es un hito importante en la inmunidad derivada de la leche materna. La leche materna en sí tiene un potencial inmunológico que protege al lactante de enfermedades infantiles importantes, tanto en el período neonatal inmediato como a largo plazo. Sus atributos inmunológicos nutritivos confieren a este alimento temprano exclusivo una ventaja de defensa que ningún otro nutriente humano puede ofrecer hasta ahora. Se examinan brevemente las pruebas de que la leche materna es importante para la maduración del sistema inmunológico ingenuo y su potencial para diferenciar microbios comensales y patógenos, así como su acción antimicrobiana. La vulnerabilidad del período neonatal a las enfermedades y la creciente incidencia de la resistencia a los antibióticos de los patógenos deben impulsarnos a seguir buscando vías a través de las cuales se puedan enfatizar e incluso mejorar las estrategias de prevención primaria de enfermedades. El advenimiento de la vacunación materna ha hecho necesario que se realicen revisiones y mucha investigación para dilucidar el enriquecimiento del potencial inmunológico de la leche materna y cómo, debido a ello, se pueden desencadenar algunas respuestas inmunológicas protectoras focalizadas potenciando aún más el potencial inmunológico de los componentes de la leche materna. La prevención primaria de enfermedades se logra tanto mediante la lactancia materna como mediante la vacunación. Revisamos aquí cómo la utilidad de la lactancia materna y la vacunación materna pueden potenciar aún más la inmunología de la leche materna.