Gina Lee, Robert R Hall III y Atique U Ahmed
El cáncer causa aproximadamente 7,6 millones de muertes al año en todo el mundo. Una teoría reciente se centra en el papel de las células madre cancerosas (CMC) en la tumorogénesis y la progresión de la enfermedad. Esta teoría plantea la hipótesis de que una población de células tumorales con características funcionales y fenotípicas similares a las células madre de los tejidos normales son responsables de la formación y el avance de muchos cánceres humanos. La subpoblación de CMC puede diferenciarse en células tumorales no CMC y promover la heterogeneidad fenotípica y funcional dentro del tumor. Se ha informado de la presencia de CMC en varios cánceres humanos, incluidos los de sangre, mama, cerebro, colon, pulmón, páncreas, próstata e hígado. Aunque el origen de las CMC sigue siendo un misterio, informes recientes sugieren que las características fenotípicas de las CMC pueden ser plásticas y están influenciadas por el microambiente específico del tumor individual. Dichos factores exclusivos de cada tumor preservan el equilibrio dinámico entre el destino de las CMC y las células no CMC, así como mantienen el equilibrio adecuado. La alternancia de dicho equilibrio a través de la desdiferenciación puede generar agresividad, ya que se considera que las células madre cancerosas son más resistentes a los tratamientos convencionales contra el cáncer, como la quimioterapia y la radiación. Comprender cómo el microambiente tumoral afecta el nicho de las células madre cancerosas impulsado por la plasticidad será fundamental para desarrollar un tratamiento más eficaz contra el cáncer eliminando su naturaleza agresiva y recurrente que ahora se cree que perpetúan las células madre cancerosas.