Rebecca Abell, Berrin Monteleone y Anupama Chawla
Presentamos un caso inusual de hiperbilirrubinemia no conjugada en un lactante de 6 días de vida. La bilirrubina alcanzó un máximo de 20,1/0,6 mg/dl. La evaluación para un proceso hemolítico o un trastorno metabólico fue negativa. Se sospechó el síndrome de Crigler-Najjar. Se administró fenobarbital durante 3 días sin cambios significativos en el nivel de bilirrubina. Fue dado de alta a su domicilio después de 20 días de fototerapia con una bilirrubina de 3,1/0,4 mg/dl. Cinco meses después, su bilirrubina era de 0,2 mg/dl. Su prueba genética resultó positiva para una mutación heterocigótica para el síndrome de Gilbert. En el gen UGT1A1 tenía las siguientes mutaciones: heterocigoto *28 (TA 6/7) (c. 40-39insTA), heterocigoto *60 (c-3275T>G) y heterocigoto *93 (c.- 3152G>A). Este resultado es consistente con un estado de portador de hiperbilirrubinemia no conjugada y puede estar asociado con hiperbilirrubinemia leve a moderada. No se ha establecido la relevancia de este haplotipo de polimorfismos para la hiperbilirrubinemia en el neonato. El síndrome de Gilbert es la causa hereditaria más común de aumento de bilirrubina, pero generalmente se asocia con hiperbilirrubinemia leve, alrededor de 3 mg/dl. En el estado homocigoto, se observa una disminución de la glucuronidación de la bilirrubina, pero es cuestionable si se puede ver la misma cantidad de actividad disminuida en el estado heterocigoto. Se ha propuesto que cuando existen mutaciones adicionales junto con un estado heterocigoto, la hiperbilirrubinemia neonatal es más pronunciada. Creemos que la hiperbilirrubinemia no conjugada inexplicable debería hacer sospechar una mutación del gen UGT1A1 y debería motivar la realización de pruebas genéticas. El síndrome de Gilbert debería añadirse al diagnóstico diferencial de la hiperbilirrubinemia no conjugada grave en el neonato.