Clairmont G y Bernice LF
El mercado de los teléfonos móviles crece día a día a medida que aumenta la demanda a nivel mundial. Sin embargo, la disponibilidad de Internet ha sido un importante impulsor de la demanda, ya que las personas lo utilizan para acceder a información vital y comunicarse a través de plataformas de redes sociales. Este desarrollo ha disfrutado de su parte proporcional de destrucción, ya que tanto los adolescentes como los adultos son adictos al uso de los dispositivos. Es evidente que el número de personas que utilizan teléfonos está aumentando, y esto podría ser desastroso si no se toman las medidas adecuadas a tiempo. Como resultado, algunas personas tienen que jugar con su salud a expensas de pasar mucho tiempo en el teléfono y carecer de tiempo para interactuar. Es evidente que las personas adictas al uso del teléfono móvil probablemente pasen la mayor parte del tiempo durmiendo o sentadas. La falta de ejercicio adecuado o los carteles de mala calidad contribuyen a problemas de salud como la obesidad, el dolor de espalda o las enfermedades cardíacas. La exposición a la luz excesiva emitida por las pantallas de los teléfonos puede afectar la capacidad visual de los usuarios. Existe suficiente literatura sobre este tema y se utilizaron al menos seis revistas revisadas por pares para obtener resultados y debates. Los resultados revelaron que existían altas probabilidades de depresión para los adictos a los teléfonos móviles. Se han observado casos de conductas antisociales en algunas personas adictas al uso del teléfono, ya que prefieren pasar mucho tiempo en el teléfono en lugar de interactuar con amigos cercanos y familiares. La incidencia de algunos adolescentes que son engañados por información obtenida de Internet está aumentando. Un ejemplo de ello fue el infame "desafío de la ballena azul" que engañó a algunos adolescentes hasta el punto de cometer suicidio. En otros casos, la capacidad de razonamiento se ve afectada porque algunas personas usan un teléfono durante mucho tiempo y no tienen tiempo para dormir lo suficiente. En consecuencia, es probable que se vean expuestos al estrés y la depresión, ya que sus cerebros no se concentran o no funcionan correctamente. En el caso de los estudiantes, terminarán fracasando en la escuela y tendrán problemas psicológicos que pueden conducir a la depresión. Como resultado, se deben realizar más estudios para determinar las medidas preventivas más adecuadas.