Abstracto

Desafíos en el manejo del infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST durante la pandemia de COVID-19

Aniruddha Singh y Megan Smith

La COVID-19 puede contribuir a la presentación tardía de un infarto agudo de miocardio. La presentación tardía con reperfusión tardía suele estar asociada a un mayor riesgo de complicaciones mecánicas y resultados adversos. Es posible que se produzcan retrasos inherentes, ya que cada paciente que está gravemente enfermo se considera un caso potencial o una carrera de COVID-19. Además, se establecen precauciones estandarizadas de equipo de protección personal (EPP) para todos los miembros del equipo, independientemente de las pruebas de COVID-19 pendientes, lo que podría aumentar aún más los retrasos. Comparamos las medidas de desempeño y los resultados de todos los pacientes que se presentaron en nuestro centro con infarto de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI) durante la pandemia de COVID-19 con la misma cohorte de tiempo de 2018 y 2018. Hubo una tendencia hacia un intervalo de tiempo más largo desde el inicio de los síntomas hasta el primer contacto médico (FMC) y el tiempo hasta el primer electrocardiograma (ECG) en el grupo de COVID-19. Los niveles máximos de troponina fueron significativamente más altos en el grupo de COVID-19 (p 0,04). La probabilidad de un evento adverso mayor durante la hospitalización fue significativamente mayor en el grupo de COVID-19, con un 20 % (3 de 16) de los pacientes que experimentaron un evento adverso mayor durante la hospitalización, mientras que no se produjo ninguno en el grupo emparejado (x2 = 5,82, gl = 1, p = 0,02). Este estudio de un solo centro académico en los Estados Unidos sugiere que existe un retraso en la búsqueda de atención médica por parte de los pacientes con STEMI durante la pandemia de COVID-19, lo que se traduce en peores resultados clínicos.

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado