María Papagianni
El uso de hongos filamentosos para la producción de productos de importancia comercial es antiguo, pero ha seguido aumentando durante las últimas décadas. Se están añadiendo nuevas clases de compuestos a la lista de productos de las fermentaciones fúngicas como resultado del progreso en las metodologías y aplicaciones de la biotecnología. Los hongos son organismos morfológicamente complejos que difieren en estructura a lo largo de su ciclo de vida. En la fermentación sumergida, la morfología fúngica puede adoptar distintas formas que van desde filamentos dispersos hasta masas densamente entrelazadas de micelio conocidas como pellets. Cada forma morfológica tiene sus propias características que tienen un impacto crítico en el resultado general del proceso. El crecimiento disperso da como resultado caldos altamente viscosos con un comportamiento pseudoplástico que tienen un impacto negativo en las tasas de transferencia de masa y energía, lo que resulta en mayores requisitos de entrada de energía. Debido a la alta relevancia industrial de la morfología fúngica, se ha producido un desarrollo sustancial de herramientas y técnicas para caracterizar la morfología y extraer información cuantitativa que se puede utilizar en estudios de control y optimización de procesos. El análisis de imágenes digitales es el método más avanzado para caracterizar y cuantificar la morfología de los hongos en el proceso de desarrollo, desde las esporas hasta las estructuras filamentosas y los gránulos. En esta revisión se analizan en detalle los avances logrados en este campo desde la década de 1990, cuando se informaron los primeros métodos de análisis de imágenes.