Suresh K Sharma, Nipin Kalal, Ritu Rani
Las enfermeras constituyen la mayoría de los trabajadores de la salud, a pesar de eso, las enfermeras continúan enfrentándose a desafíos en términos de disponibilidad, distribución y retención. Para evitar la escasez global de enfermeras, el número total de graduados en enfermería debe aumentarse en un 8% por año en promedio. Sin embargo, los datos mostraron que los graduados a menudo no están preparados para trabajar en el complejo campo de la práctica clínica, donde la mayor agudeza de los pacientes y las estadías hospitalarias más cortas, combinadas con una falta de aprendizaje profundo en nuestros programas académicos de enfermería, han exacerbado la crisis de competencias.
Además, los graduados en enfermería enfrentan desafíos que impiden la preparación de los estudiantes para la práctica clínica, como la falta de materiales de aprendizaje clínico, la escasez de profesores de enfermería bien calificados y capacitados en términos de calidad y cantidad, y laboratorios de habilidades de enfermería inadecuadamente equipados. Además, la falta de experiencia, las malas interacciones entre enfermeras y médicos, la comunicación inadecuada, el liderazgo y las habilidades de gestión son factores estresantes comunes para los nuevos graduados. Sin embargo, este problema está subestimado y la demanda y la oferta sesgadas de personal de enfermería lo requieren más que antes; por lo tanto, debe abordarse tanto en plataformas nacionales como internacionales, para rectificar el problema de la calidad de la atención y la seguridad del paciente.