Laura Mazilu, Andra-Iulia Suceveanu, Irinel-Raluca Parepa y Doina-Ecaterina Tofolean
El cáncer colorrectal (CCR) es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, siendo el tercer cáncer más común en el mundo y la cuarta causa más común de muerte. En los últimos años se ha informado de un aumento de las tasas de incidencia de CCR en los países en desarrollo. La presencia o ausencia de programas de detección es un factor importante para determinar los cambios generales en la epidemiología del CCR. Las modalidades de detección del CCR varían en todo el mundo y las diferencias probablemente se deban al costo y la disponibilidad de recursos de diagnóstico. La colonoscopia, la sigmoidoscopia y la prueba de sangre oculta en heces son pruebas de detección recomendadas, pero las tasas de adherencia son bajas. Se han desarrollado métodos adicionales basados en heces que ofrecen más opciones para el CCR, incluidas las pruebas de ADN fecal. La prueba de ADN basada en heces no es invasiva y es más sensible y específica que la prueba de sangre oculta en heces, solo se necesita una única muestra de heces, la prueba no requiere restricciones dietéticas o de medicación y evalúa todo el colon y el recto. Las desventajas de las pruebas de ADN basadas en heces incluyen: alto costo, menor sensibilidad en comparación con la colonoscopia y el hecho de que si la prueba basada en heces es positiva, se debe realizar la colonoscopia de todos modos. Finalmente, las tasas relativamente altas de resultados falsos positivos y falsos negativos limitan la precisión de estas pruebas, lo que restringe su uso generalizado.