Raimundo Gazitua, José Luis Briones, Carolina Selman, Franz Villarroel-Espíndola, Adam Aguirre-Ducler, Roxana González-Steigmaier, Karina Cereceda, Mauricio Mahave, Ricardo Morales, Fernanda Yarad, Nicolás Yannez, María Elvira Balcells, Luis Rojas, Bruno Nervi, Jyh Kae Nien, Javier Gárate, Carolina Prieto, Sofía Palma, Carolina Escobar, Josefina Bascuñán, Rodrigo Muñoz, Mónica Pinto, Daniela Cardemil, Marcelo Navarrete, Soledad Reyes, Victoria Espinosa, Betzabé Rubio, Pedro Ferrer-Rosende, Jorge Sapunar, Hugo Marsiglia, Christian Caglevic
Antecedentes: El uso de plasma convaleciente (CP) para tratar la COVID-19 ha mostrado resultados prometedores; sin embargo, su eficacia sigue siendo incierta. El propósito de este estudio fue determinar la seguridad y la mortalidad del CP entre los pacientes hospitalizados con COVID-19.
Diseño y métodos del estudio: Este ensayo clínico multicéntrico, abierto y no controlado se está llevando a cabo actualmente en nueve hospitales de Chile. Fueron elegibles los pacientes hospitalizados por COVID-19 con menos de 14 días desde el inicio de los síntomas. Los pacientes incluidos se clasificaron en cuatro grupos: Pacientes con cáncer y COVID-19 grave. Pacientes con cáncer y COVID-19 no grave. Pacientes con COVID-19 grave y pacientes con COVID-19 no grave únicamente. La intervención consistió en dos transfusiones de CP de 200 cc con títulos de IgG anti-SARS-CoV-2 ≥ 1:320 recolectados de donantes recuperados de COVID-19.
Resultados: 192 pacientes hospitalizados por COVID-19 recibieron transfusiones de CP. En la primera transfusión, el 90,6% cumplió los criterios de gravedad y el 41,1% requirió ventilación mecánica. El 11,5% de los pacientes tenía cáncer. En general, la mortalidad a los 7 y 30 días desde la primera transfusión de CP fue del 5,7% y del 16,1% respectivamente. No hubo diferencias en ninguno de los puntos temporales en la mortalidad entre los cuatro grupos. Los pacientes con ventilación mecánica cuando recibieron CP tuvieron tasas de mortalidad más altas que los que no la recibieron: 22,8% (IC del 95%: 14,1-33,6%) frente a 11,5% (IC del 95%: 6,3-18,9%) (p = 0,037). En general, la mortalidad a los 30 días fue mayor en los pacientes mayores de 65 años que en los pacientes más jóvenes: 26,7% (IC del 95%: 16,1-39,7%) (p = 0,019). Se notificaron eventos adversos graves en cuatro pacientes (2,1 %) con una tasa general de lesiones pulmonares relacionadas con la transfusión del 1,56 %. No se produjeron muertes relacionadas con la PC.
Discusión: La CP es segura cuando se utiliza en pacientes con COVID-19, incluso cuando también presentan criterios de gravedad o factores de riesgo. Nuestra tasa de mortalidad es comparable a los informes de estudios más amplios. Se requieren ensayos clínicos controlados para determinar la eficacia.
Conclusión: La CP es segura cuando se utiliza en la población con COVID-19, incluso en aquellos que presentan criterios de gravedad y/o factores de riesgo de mal pronóstico, incluido el cáncer. Se necesitan análisis en profundidad de las características serológicas y moleculares de la CP para evaluar la eficacia de esta intervención mediante ensayos clínicos controlados.
Matrícula: NCT04384588