Suparna M Biswas, Nabanita Chakraborty y Prasanta C Bhowmik
La superficie de las hojas de las plantas superiores está compuesta por un perfil variado de hidrocarburos que desempeñan un papel vital en el reconocimiento químico y están potencialmente involucrados en las interacciones planta-patógeno y la comunicación con la naturaleza. Hay poca evidencia de que la cutícula de la planta desempeñe un factor importante en la defensa de la planta contra los patógenos, además de impartir una barrera física a la planta. La teca (Tectona grandis. L) es uno de esos árboles que se encuentra con una distribución geográfica diversa. En el presente trabajo, nuestro objetivo fue estudiar la composición cuticular de las hojas frescas de teca, que es responsable de su amplia adaptación y su actividad antimicrobiana. Los compuestos cuticulares de la fracción de hexano de las hojas de teca se aislaron, purificaron y los análisis espectrales revelaron un heneicosano (C21) no ramificado de cadena larga con un peso molecular de 296. Este hidrocarburo saturado forma una capa continua en las superficies de las hojas que actúa como barrera física para los microorganismos y también posee una fuerte actividad defensiva contra una serie de patógenos, lo que implica su papel en los mecanismos defensivos de la planta. La actividad antifúngica del heneicosano sobre cada una de las especies microbianas fue estadísticamente significativa a un nivel de P≤0,001. Su abundante recuperación de las hojas de teca puede justificar su posible papel como marcador de resistencia.