A Ben Yehuda, E Nizri, Y Goychman, I Korry, N Lubezky, G Lahat, I Nachmany, J Klausner y M Ben Haim
Antecedentes: La hemorragia pospancreatectomía tardía (HPPT) es una complicación devastadora de la cirugía pancreática, con una tasa de mortalidad cercana al 50%. Los predictores clínicos y una modalidad de manejo eficaz podrían mejorar el resultado del paciente, pero actualmente no están completamente establecidos. Objetivo: Definir los predictores clínicos, las modalidades de tratamiento y los resultados de la HPPT. Métodos: Evaluamos retrospectivamente todas las resecciones pancreáticas realizadas en nuestro centro durante 2008-2013 por HPPT tardía. Se revisaron las indicaciones para la cirugía, el curso operatorio y postoperatorio. Aquí se informan los métodos implicados para el control del sangrado y el resultado general. Resultados: De 403 resecciones pancreáticas realizadas entre 2008 y 2013, informamos 10 casos de HPPT grave (2,5%). La tasa de mortalidad fue del 50%, lo que arrojó el 50% de la mortalidad general (90 días) en esta cohorte. En todos los casos, se documentó fístula pancreática, sepsis y sangrado centinela antes de la hemorragia. La angiografía por TC (ATC) no logró diagnosticar sangrado o pseudoaneurisma en 3 casos. En 8 pacientes, la intervención para controlar el sangrado fue mediante radiología intervencionista (IR) (embolización o colocación de stent) sin (6/8) o con (2/8) re-laparotomía. Los procedimientos de IR se realizaron y fueron exitosos incluso ante la inestabilidad hemodinámica. La duración de la estancia hospitalaria aumentó y los pacientes tuvieron una alta tasa de episodios sépticos. Conclusión: La DPPH es una de las principales causas de mortalidad en la cirugía pancreática. Un alto índice de sospecha en el entorno apropiado y la identificación del sangrado centinela son las claves para el diagnóstico y el tratamiento temprano. La IR puede usarse como herramienta de diagnóstico y modalidad de tratamiento incluso en pacientes inestables.