Ahmed Ragab Ezz, Ali Amoushahi*, Amal Rashad
La COVID-19 (SARS-CoV-2, un coronavirus) sigue causando una morbilidad y mortalidad significativas, así como una profunda presión sobre los sistemas de atención sanitaria de todo el mundo. Además de su capacidad para causar insuficiencia respiratoria hipoxémica aguda mortal y tiempos de recuperación prolongados, los pacientes con COVID-19 a menudo requieren hospitalizaciones prolongadas, lo que genera una presión adicional sobre la capacidad y los recursos de los pacientes hospitalizados. A pesar de los esfuerzos enérgicos y los ensayos clínicos generalizados, hasta la fecha solo hay informes limitados de tratamientos potencialmente eficaces.