Abstracto

DNA-PK y P38 MAPK: ¿Una colusión de quinasas en la enfermedad de Alzheimer?

Jyotshna Kanungo

La patogenia de la enfermedad de Alzheimer (EA), caracterizada por la muerte neuronal prevalente y el depósito extracelular de placas amiloides, es poco conocida. Se han descrito lesiones del ADN posteriores a la capacidad reducida de reparación del ADN en cerebros con EA. Las neuronas utilizan predominantemente un mecanismo para reparar roturas de ADN de doble cadena (DSB), que es la unión de extremos no homólogos (NHEJ). La NHEJ requiere la actividad de la proteína quinasa dependiente del ADN (DNA-PK). La DNA-PK es una holoenzima que comprende la subunidad catalítica p460 kD (DNA-PKcs) y su activador Ku, un heterodímero de las subunidades p86 y p70. Ku primero se une y luego recluta a DNA-PKcs a los extremos del ADN de doble cadena antes de que comience el proceso de NHEJ. Los estudios han demostrado una actividad reducida de NHEJ, así como niveles reducidos de DNA-PKcs y proteína Ku en cerebros con EA, lo que sugiere una posible contribución de la DSB no reparada al desarrollo de la EA. Sin embargo, los cerebros que envejecen de manera normal también muestran niveles reducidos de DNA-PKcs y Ku, lo que pone en entredicho la noción de cualquier vínculo directo entre NHEJ y EA. Otra quinasa, la p38 MAPK, es inducida por diversos agentes que dañan el ADN y por la propia DSB. El aumento del daño al ADN con el envejecimiento podría inducir la p38 MAPK y su inducción puede mantenerse cuando la reparación del ADN se ve comprometida en el cerebro con una actividad reducida de DNA-PK. Combinados, estos dos eventos pueden potencialmente preparar el terreno para un sistema nervioso desequilibrado que se acerque a la EA.

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado