Eline Aas, Annette Alstadsæter y Eli Feiring
Antecedentes: Cada vez hay más pruebas empíricas de que las condiciones sociales son causas importantes de las diferencias en materia de salud entre individuos y sociedades. Se ha documentado una correlación positiva entre el nivel socioeconómico y los resultados en materia de salud en países con distintos sistemas de bienestar, niveles de confianza social y políticas sanitarias. Investigamos cómo la intervención sanitaria afectaba al gradiente de salud.
Métodos: Se recogieron datos autonotificados sobre el estado de salud después de la exposición a una intervención sanitaria mediante una encuesta postal (2009) dirigida a todos los miembros de la Asociación Noruega del Cáncer de Mama. La tasa de respuesta fue del 62 por ciento. Se incluyeron en el análisis 1666 mujeres de entre 40 y 69 años. Con el fin de crear un marco contrafactual, utilizamos el análisis de la puntuación de propensión para hacer coincidir cada observación de la muestra de tratamiento con una observación de una muestra sin tratamiento. Las observaciones se clasificaron en grupos de nivel socioeconómico alto y bajo en función de la información sobre la educación y la afiliación al mercado laboral.
Resultados y conclusión: Se encontró un gradiente social en la salud autoevaluada. Se demostró que la experiencia del cáncer de mama y su tratamiento tienen un efecto moderador en el gradiente. Mientras que las mujeres de estatus alto informaron en promedio una reducción de 0,63 puntos en la salud después del tratamiento del cáncer de mama, la reducción correspondiente para las mujeres de estatus bajo fue de 0,32 puntos. Estos resultados respaldan en cierta medida la hipótesis de que las personas de grupos de estatus más bajo pueden beneficiarse de la atención médica más que otras debido a los efectos de la información y el apoyo.