Zehara Mohammed Damtew*, Douglas R Cook, Alex Greenlon, Asnake Fikre, Eric J Wettbergg, Edward Marques, Kassahun Tesfaye, Noelia Carrasquilla García, Fassil Assefa
El garbanzo proporciona múltiples beneficios, debido a su alto valor nutritivo, así como a su capacidad para enriquecer suelos pobres en nitrógeno. A pesar de su potencial de rendimiento, esta leguminosa depende de la asociación rizobiana. El objetivo de este estudio fue identificar cepas de Mesorhizobium autóctonas de élite prometedoras que imparten variación ecofisiológica y simbióticamente para mejorar la fijación de nitrógeno en el garbanzo. Se probaron 20 cepas simbióticas que representaban 64 especies autóctonas de Mesorhizobium genéticamente diversas en el laboratorio y en el invernadero. Con base en su competencia ecofisiológica (35%) de las cepas cultivadas a 1,5% de NaCl, 25% de las cepas a pH 4 y menos cepas (20%) tolerantes a 40°C. La mayoría de las cepas (60%) pudieron utilizar sustratos de carbono D-sorbitol y D-glucosa y utilizaron mejor los aminoácidos fenilanina (60%). La mayoría de las cepas de Mesorhizobium exhibieron (67%) resistencia a antibióticos y hasta (83%) resistencia a metales pesados. Tres cepas capaces de liberar fosfatos solubles disponibles de Ca3 ( PO4 ) 2 ( 118,0 μg/ml) y FePO4 ( 93,3 μg/ml) después de 8 días de incubación y todas las cepas produjeron la fitohormona en un rango de (7,7-28,4 μg/ml). Los resultados destacaron que se registraron más nódulos de la variedad Natoli (32-62 nódulos) en comparación con menos nódulos (31-46) formados en la variedad Arerti. Además, el 85% de las cepas mostraron una simbiosis altamente efectiva en las variedades Natoli y Arerti. Los datos proporcionaron un complemento importante para seleccionar cepas simbióticas representativas distintas para probar en ensayos de campo en múltiples ubicaciones para mejorar las actividades de fijación de nitrógeno en la producción de garbanzo.