Mónica Murillo
Objetivo: Medir la asociación entre la administración intravenosa del anticuerpo monoclonal bamlanivimab (LY-CoV555) a residentes de centros de atención a largo plazo (LTCF) recientemente diagnosticados con COVID-19 presintomático, leve a moderado y considerados de alto riesgo de progresión de la enfermedad con mortalidad, hospitalización y efectos adversos.
Diseño: Se realizó un análisis retrospectivo de los residentes de LTCF con COVID-19 confirmado, presintomáticos, enfermedad leve a moderada, que fueron tratados con bamlanivimab (LY-CoV555) y se compararon con residentes de LTCF similares que no recibieron tratamiento con anticuerpos monoclonales. Las variables dependientes investigadas incluyeron la mortalidad y la hospitalización como resultados primarios y los efectos adversos como resultado secundario.
Resultados: Un total de 107 residentes de tres LTCF fueron diagnosticados con COVID-19 presintomático, leve a moderado entre el 1 de noviembre de 2020 y el 31 de diciembre de 2020. De los 107 participantes del estudio, 44 residentes dieron su consentimiento para el tratamiento, de los cuales 39 recibieron una única infusión intravenosa de anticuerpo monoclonal neutralizante, bamlanivimab 700 mg, al principio de la enfermedad, y 5 recibieron una dosis incompleta. De los 39 residentes que recibieron la dosis completa de bamlanivimab, 5 (12,8%) fueron ingresados en el hospital y 4 (10,3%) fallecieron. Por el contrario, de los 63 residentes que no recibieron el anticuerpo monoclonal, 26 (41,3%) fueron ingresados en el hospital y 18 (28,6%) fallecieron. El riesgo relativo de hospitalización y muerte fue estadísticamente significativamente menor para los residentes que recibieron el tratamiento completo con bamlanivimab. No se documentaron efectos adversos graves en ningún paciente.
Conclusiones: La administración intravenosa del anticuerpo monoclonal bamlanivimab (LY-CoV555) a residentes de centros de atención a largo plazo con diagnóstico reciente de COVID-19 leve a moderado presintomático se asoció significativamente con una reducción de la mortalidad y la hospitalización. El anticuerpo monoclonal fue bien tolerado.