Cardone Michele y Cocchiola R.
La piel es el órgano humano más grande que sufre alteraciones debido al paso del tiempo. Está sujeta a los efectos ambientales directos, siendo la fuente más común de daño la radiación solar ultravioleta (UV). El fotoenvejecimiento afecta el fenotipo de diferentes tipos celulares como los queratinocitos, fibroblastos y células dendríticas, ya sea por efectos directos de la radiación sobre las células o indirectamente por la remodelación y envejecimiento de la matriz extracelular (MEC). La composición inadecuada de la MEC está involucrada en varias patologías cutáneas, así como en el envejecimiento cutáneo. Estudios previos en nuestro laboratorio se han centrado en el efecto de la glucosamina (GlcN) y sus derivados peptídicos 2-(N-acetil)-L-fenilalanilamido-2-desoxi-β-D-glucosa (NAPA) y 2-(NCarbobenciloxi)-L-fenilalanilamido-2-desoxi-β-D-glucosa (NCPA), para inducir la producción de ECM y la inhibición de la activación de IKKα en fibroblastos dérmicos humanos, como posible nuevo fármaco para el tratamiento del envejecimiento y los trastornos de la piel.