David Price, Alison Chisholm, Elizabeth V Hillyer, Annie Burden, Julie von Ziegenweidt, Henrik Svedsater y Peter Dale
Antecedentes: Las pautas sobre el asma recomiendan reducir el tratamiento a la dosis más baja que mantenga el control del asma.
Objetivo: Buscamos evaluar el efecto de la frecuencia de dosificación y los factores basales relacionados con el paciente y el tratamiento sobre los marcadores de bases de datos del control del asma después de la reducción gradual de la dosis de corticosteroides inhalados (ICS).
Métodos: Este estudio observacional retrospectivo evaluó a pacientes de atención primaria (de 4 a 80 años de edad) con asma a los que se les prescribió ICS dos veces al día (BD) (n = 26.834) o ICS/β-agonista de acción prolongada (LABA; n = 20.814) durante ≥ 1 año antes de una reducción ≥ 50% en la dosis de ICS, cuando se cambiaron a una vez al día (QD) o continuaron con terapia BD. Los puntos finales del estudio incluyeron exacerbaciones (prescripción de corticosteroides orales, asistencia hospitalaria no programada relacionada con el asma o consulta de práctica general por infección del tracto respiratorio inferior) y adherencia a la medicación.
Resultados: Se registraron mejoras significativas en la mayoría de los criterios de valoración durante el año posterior a la reducción gradual, en comparación con el año anterior (línea de base). La proporción de pacientes sin exacerbación durante el año de línea de base frente al año posterior a la reducción gradual fue la siguiente (p < 0,001 para todas las comparaciones): cohorte QD ICS (73 % línea de base frente al 81 % después de la reducción gradual); cohorte BD ICS (67 % frente al 77 %); cohorte QD ICS/LABA (60 % frente al 64 %); cohorte BD ICS/LABA (55 % frente al 65 %). La adherencia mejoró significativamente después de la reducción gradual para todas las cohortes, más marcadamente para las cohortes QD; y la dosis diaria promedio de ICS consumida por los pacientes fue mayor para todos excepto la cohorte QD ICS/LABA a pesar de la reducción en la dosis prescrita. Los factores que predicen la pérdida del control del asma después de la reducción gradual para los pacientes controlados al inicio en una o ambas poblaciones de ICS y ICS/LABA incluyeron obesidad, tabaquismo, rinitis comórbida, enfermedad por reflujo gastroesofágico comórbida y, durante el año de referencia, ≥ 7 prescripciones de β-agonistas de acción corta, dosis media consumida de ICS ≥ 800 μg/día y ≥ 4 consultas de atención primaria.
Conclusión: La reducción gradual de la dosis es una opción válida y puede mejorar los resultados relacionados con el asma. Algunas mejoras pueden resultar de una mayor adherencia, en particular entre los pacientes que cambian a una terapia QD.