Naji M. Najib, Isam Salem, Rana Hasan y Nasir M. Idkaidek
El propósito de este estudio es investigar el efecto del uso del método de área bajo la curva truncada (AUC) en la bioequivalencia de diferentes fármacos en voluntarios sanos. Los fármacos modelo utilizados fueron clopidogrel, glimepirida, losartán, carvedilol, carbamazepina, diazepam, donepezilo, tramadol y repaglinida. En cada estudio participaron 24 a 38 sujetos sanos utilizando un diseño cruzado. Los parámetros cinéticos de distribución individual de las áreas bajo las concentraciones plasmáticas (AUC 0-t, AUC 00), la concentración máxima (C max) y el tiempo para alcanzar la concentración máxima (T max) se calcularon mediante análisis no compartimental utilizando el programa Kinetica V 4.2 utilizando todos los puntos de datos. Además, se calculó el AUC truncado hasta la mediana de T max del producto de referencia. No se mostró una correlación directa entre los resultados del estudio debido al truncamiento del AUC. Los intervalos de confianza del 90 % para AUC 0-t, AUC 00 y C max transformados logarítmicamente no siempre estuvieron de acuerdo con los intervalos de confianza del 90 % para AUC truncada transformada logarítmicamente. Además, los intervalos de confianza del 90 % para AUC 0-t, AUC 00 transformados logarítmicamente pasaron en todos los fármacos, mientras que aquellos para C max fallaron en 3 fármacos y para AUC truncada fallaron en siete fármacos. Esto indica que C max, AUC 0-t, AUC 00 en lugar de AUC truncada son más precisos para determinar diferencias de formulación, que es el objetivo de los estudios de bioequivalencia. Se demostró que la variabilidad intrasujeto es usualmente mayor en AUC truncada en comparación con variabilidades de AUC 0-t, AUC 00 y C max. Esto hizo que el tamaño de la muestra no fuera adecuado para el cálculo del parámetro AUC truncado, lo que explicaba la alta tasa de fracaso en sus límites. Estos resultados sugieren que no se debe utilizar el AUC truncado para respaldar la bioequivalencia de los fármacos en los que la absorción rápida es importante, como recomienda el borrador de la directriz de la EMEA.