KARS Perera y MD Amarasinghe
Se ha demostrado que los manglares tienen un gran potencial para proporcionar un sumidero de carbono eficiente, tanto en escalas de tiempo cortas como largas. La capacidad de secuestro de carbono de los manglares no es solo una característica que depende de su composición genética, sino también de las condiciones ambientales. Por lo tanto, la capacidad total de retención de carbono de los ecosistemas de manglares está determinada en parte por su estructura de vegetación.
El muestreo de vegetación se llevó a cabo en seis (6) lugares seleccionados al azar en las áreas de manglares de las lagunas Batticaloa y Uppar en la costa este de Sri Lanka. La estructura de la vegetación se determinó mediante la adopción de métodos estándar y se utilizaron relaciones alométricas para determinar la biomasa de las plantas de manglares. El contenido de carbono se determinó mediante el método de oxidación de K2Cr2O7.
Rhizophora apiculata y Excoecaria agallocha fueron las especies predominantes en los manglares de Batticaloa, con valores altos de IVI, 83.03 y 174.58 respectivamente, mientras que Rhizophora mucronata y Avicennia marina fueron dominantes en la laguna Uppar con valores de IVI de 87.73 y 63.94 respectivamente, lo que puede deberse a las diferencias en la salinidad del suelo y la naturaleza de las inundaciones. El análisis químico reveló que casi la mitad de la biomasa de las especies de manglares de madera y raíces (5) encontradas en el área de estudio contenía carbono orgánico. En consecuencia, los manglares de Batticaloa retuvieron mayores reservas de TOC (149.71 t/ha) que los manglares de la laguna Uppar (135.20 t/ha). Se revelaron correlaciones positivas (p<0.05) entre el TOC en los árboles de manglares con la complejidad estructural de la vegetación (CI) y el índice de área foliar (LAI), que se cuantifican fácilmente en el campo.