Onyima Jude KC, Nzewi Hope N y Chiekezie Obianuju M
Este artículo investiga la situación laboral y profesional de las personas con discapacidad. Examina los desafíos y el desarrollo de metas profesionales y planos de acción. Proporcionar servicios de desarrollo profesional a personas con discapacidad siempre ha sido un desafío para los asesores profesionales. En general, la adaptación vocacional de las personas con discapacidad se ha caracterizado por habilidades laborales vendibles limitadas, bajos ingresos, subempleo y desempleo (Curnow, 1989). Además, Harrington (1997) opinó que los estudiantes con discapacidad con frecuencia abandonan la escuela sin habilidades comercializables o la capacidad de funcionar de manera independiente. Por lo tanto, estos estudiantes carecen de la oportunidad de participar en la toma de decisiones, de formarse una percepción de sí mismos como trabajadores, carecen de competencias personales y esto puede impedir el desarrollo profesional. La naturaleza desempoderadora de estos sistemas de clasificación a menudo es demasiado evidente para las personas con discapacidad que solicitan servicios de rehabilitación en un esfuerzo por mejorar la autosuficiencia y la independencia personal (Scotch 2000). En lugar de ser tratados como adultos con un estatus libre o igual, pueden enfrentarse a personas sin discapacidades que afirman su derecho a determinar qué tipo de servicios necesitan. Por lo tanto, es de vital importancia que los asesores profesionales rechacen los procesos de castificación paternalistas y trabajen activamente para fomentar el empoderamiento entre sus clientes con discapacidades. Empoderamiento de las personas con discapacidades a través del asesoramiento profesional Tres piezas históricas de la legislación federal aprobadas en la década de 1990 establecieron un tono de empoderamiento y elección con respecto a la prestación de servicios a las personas con discapacidades y el movimiento de consumidores entre las personas con discapacidades que originalmente comenzaron en la década de 1960. Estas piezas legislativas son la Ley de Estadounidenses con Discapacidades de 1990 (ADA), las Enmiendas a la Ley de Rehabilitación de 1992 y la Ley de Mejora de los Incentivos Laborales y del Boleto para Trabajar de 1999. Por lo tanto, un asesoramiento profesional eficaz puede ser fundamental para empoderar las opciones de vida y el éxito profesional de los clientes con discapacidades. Aplicar la estructura del asesoramiento profesional dentro de un marco de empoderamiento permitirá que los clientes con discapacidades se vuelvan activos y estén bien informados.