QP Oloo, PN Mathew, DN Mburu
Antecedentes: A pesar de los posibles riesgos para la salud, el paracetamol se suele utilizar de forma indebida para tratar la resaca entre los consumidores habituales de alcohol. Los estudios sobre el uso combinado de ambos fármacos son limitados y controvertidos. El objetivo de este estudio fue evaluar los efectos de la interacción de ambos fármacos sobre los parámetros biológicos de un modelo de rata.
Métodos: Los animales se dividieron en doce grupos. Los controles negativo y positivo recibieron agua destilada y alcohol, respectivamente. El alcohol se administró a 2,5, 3,5 y 4,5 g/kg por vía oral durante 4 semanas. El paracetamol se administró en dosis de 40 y 400 mg/kg. La mitad de los otros grupos recibieron dosis combinadas de los dos fármacos. La hematología y la química sanguínea se determinaron utilizando autoanalizadores mientras que la histoestructura se calificó con microscopio óptico.
Resultados: El alcohol indujo un aumento de peso corporal dependiente de la dosis y del tiempo, pero cuando se utilizó en combinación con paracetamol el efecto fue mixto. Cuando se utilizaron de forma independiente y combinada, los fármacos no afectaron (p > 0,05) los perfiles hematológicos. En cuanto a la química sanguínea, los fármacos provocaron una elevación dependiente de la dosis de las enzimas hepáticas, la bilirrubina y la urea, redujeron los niveles de albúmina y provocaron diversos grados de patología hepática y renal.
Conclusión: En dosis moderadas, el paracetamol es seguro, pero las dosis altas y el consumo crónico de alcohol provocan hepatotoxicidad. Por separado, el alcohol y el paracetamol tienen un riesgo bajo de daño renal, pero cuando se utilizan juntos, el riesgo aumenta. Por lo tanto, se desaconseja el uso regular de paracetamol en el tratamiento de la resaca inducida por alcohol, ya que aumenta el riesgo de enfermedades hepáticas y renales.