Patricia Szot
El envejecimiento (>65 años) es claramente el mayor factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de Alzheimer (EA) de aparición tardía, aunque se desconoce la edad de aparición en un individuo. Se cree que la acumulación de placas (Aβ) y ovillos (tau fosforilada) son la causa de la EA y se consideran los dos principales marcadores neuropatológicos de la EA, y se producen mucho antes de la aparición del deterioro cognitivo. Reducir la incidencia de la EA mediante la reducción de la acumulación de placas o ovillos podría tener un profundo efecto en los costos previstos de la atención a estas personas. Para reducir la incidencia o retrasar la aparición de la EA en la población de edad avanzada, es necesario identificar los factores de riesgo o biomarcadores muy temprano en la progresión del trastorno para indicar cuándo se deben iniciar intervenciones para prevenir o retrasar la progresión de la EA. Esta revisión plantea la hipótesis de que la depresión en los ancianos es un marcador de depresión porque sugiere que el sistema nervioso noradrenérgico en el locus coeruleus (LC) está funcionando mal. Las neuronas noradrenérgicas del LC funcionan mal debido a la pérdida de neuronas noradrenérgicas debido a la patología de la enfermedad de Alzheimer en etapa temprana. La pérdida mínima de neuronas del LC aumenta los niveles de noradrenalina (NE) en el cerebro sináptico, lo que precipita la depresión y una reducción del sistema glinfático. La reducción del sistema glinfático reduciría la eliminación de Aβ y tau del cerebro, lo que aumentaría la deposición de placas y ovillos en el cerebro y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.