Ryoichi Asaka, Tsutomu Miyamoto*, Yasushi Yamada, Hirofumi Ando, David Hamisi Mvunta, Hisanori Kobara, Hiroyasu Kashima y Tanri Shiozawa
Objetivo: Aunque el estrógeno se ha considerado un factor de riesgo para el carcinoma endometrial, sus efectos carcinogenéticos dependientes de la concentración siguen sin estar claros, porque la mayoría de los carcinomas endometriales se producen en mujeres posmenopáusicas, cuyos niveles séricos de estrógeno son relativamente bajos. Anteriormente informamos que los niveles altos de estradiol (E2) pueden suprimir la carcinogénesis endometrial al regular positivamente la reparación de desajustes del ADN (MMR) in vitro. El presente estudio se realizó para examinar más a fondo el papel carcinogenético del estrógeno en varias concentraciones in vivo.
Métodos: Se inyectó N-metil-N-nitrosourea (MNU) en la cavidad uterina de 29 ratones y se administró E2 en gránulos o por vía oral. Se extirparon los úteros para exámenes histológicos 24 semanas después y se midieron los niveles séricos de E2. Se investigó la expresión inmunohistoquímica de las proteínas MMR en los epitelios uterinos.
Resultados: De 29 ratones, 8, 8, 8 y 5 mostraron endometrios atróficos, normales, hiperplásicos y carcinomatosos, respectivamente. Los niveles medios de E2 de cada grupo fueron 0,2 pg/ml, 3,8 pg/ml, 190,0 pg/ml y 6,7 pg/ml, con diferencias significativas. La expresión de las proteínas MMR fue más fuerte en ratones con E2 elevado.
Conclusión: Los niveles elevados de E2 indujeron preferentemente hiperplasia endometrial en lugar de carcinoma, y esto puede estar mediado por las proteínas MMR. Estos resultados indican que se necesita E2 modesto, mientras que los niveles elevados de E2 no son necesariamente ventajosos para la carcinogénesis, lo que sugiere la importancia del estrógeno crónico bajo (sin oposición) en la carcinogénesis endometrial humana.