Robert Popovian1*, Dave Hering2
Si los acontecimientos recientes nos han enseñado algo, es que las vacunas son una herramienta fundamental para ayudar a combatir los desafíos de salud pública actuales y prevenir los que están por venir. La reciente caída en las tasas de vacunación pediátrica ha provocado un resurgimiento de enfermedades prevenibles mediante vacunación, como el sarampión. Mientras tanto, el brote de coronavirus nos muestra que cuando se producen pandemias, nuestro sistema de atención médica debe tener una forma de reaccionar rápidamente y hacer llegar tratamientos preventivos a una amplia población de manera oportuna.