Abstracto

Factor de crecimiento epidérmico (EGF) y factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) como agentes de cicatrización de tejidos: aclarando las inquietudes sobre su posible papel en la transformación maligna y la progresión tumoral

Jorge Berlanga-Acosta, Jorge Gavilondo-Cowley, Diana García del Barco-Herrera, Jorge Martín-Machado y Gerardo Guillén-Nieto

El EGF y el PDGF, que evocan las primeras esperanzas de solución para las heridas problemáticas, han alcanzado un nicho en la curación de las úlceras diabéticas. Aunque pertenecen a familias no relacionadas, comparten múltiples características biológicas. Se han revisado evidencias cada vez mayores; sin embargo, documentan funciones divergentes y opuestas para el EGF y el PDGF tanto en la reparación tisular como en la tumorigénesis. Heridas: como el receptor de EGF no es expresado por las células inflamatorias, su ligando no modifica cuantitativa ni cualitativamente el curso de la inflamación. Por el contrario, el PDGFB recluta y perpetúa la inflamación. Estas células inflamatorias infiltradas se convierten en una fuente local adicional de factores de crecimiento. El EGF mejora la síntesis de la matriz a través de la expresión génica, mientras que el PDGF aumenta la densidad de población de fibroblastos y miofibroblastos de la herida y exhibe un efecto mucho más quimiotáctico y angiogénico. La epitelización es claramente estimulada por el EGF. Oncogénesis: el EGF no es un producto derivado de oncogenes y no produce una transformación perpetua o irreversible in vitro o in vivo. Su efecto promotor no se reproduce de manera uniforme y parece depender de los antecedentes genéticos de los animales, la biología del tejido diana y/o las mutaciones inducidas por carcinógenos químicos. Una variedad de formas mutadas del receptor de EGF pueden conferir autosuficiencia a la célula sin necesidad de suministro de factores de crecimiento exógenos . El PDGFB es un producto oncogénico, establece bucles autocrinos que perpetúan el crecimiento y confiere autosuficiencia a la tumorogénesis glial. Su papel como cocarcinógeno, como en el estroma tumoral y la neoangiogénesis, parece mucho más definido. Comprender la impronta celular y molecular del EGF y el PDGF permitiría un equilibrio médico juicioso en términos de riesgo-beneficio para el paciente.

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado