Qing Zhao y Jin Jun Luo
La tecnología avanzada y las ciencias biológicas prolongan significativamente la esperanza de vida de las personas. La longevidad prolongada permite a las personas disfrutar de una vida más larga, pero aumenta negativamente la mortalidad y la morbilidad de los trastornos relacionados con el envejecimiento, lo que puede, a su vez, devaluar la calidad de la vida en la vejez. De las afecciones neurológicas relacionadas con el envejecimiento, se ha documentado en la literatura una mayor incidencia y prevalencia de trastornos convulsivos, a saber, convulsiones o epilepsias. La epilepsia es la tercera afección neurológica más común después de la demencia y el accidente cerebrovascular entre los ancianos. Múltiples factores de riesgo hacen que los ancianos sean propensos a desarrollar convulsiones o epilepsias, incluido el envejecimiento avanzado, el accidente cerebrovascular, la lesión cerebral traumática, la demencia, las enfermedades neurodegenerativas, los tumores cerebrales, la apnea obstructiva del sueño y la obesidad. En este artículo, destacamos la epidemiología, la fisiopatología y las manifestaciones clínicas de las convulsiones en los ancianos.