Robb A y Engle K
Resumen Antecedentes: Durante la última década, el número de ensayos de investigación que investigan medicamentos psiquiátricos para niños y adolescentes ha aumentado drásticamente. Sin embargo, esta investigación saca a la luz preocupaciones éticas con respecto a la población doblemente vulnerable de niños con trastornos psiquiátricos. Este artículo resume algunas de las prácticas establecidas para reducir los riesgos que esta población puede incurrir al participar en investigaciones de ensayos clínicos. Métodos: Se desarrolló una síntesis narrativa después de una revisión de varios artículos de resumen enfocados en el tema de las cuestiones éticas en ensayos clínicos psiquiátricos pediátricos. Resultados: Se han establecido regulaciones federales para garantizar que los derechos y la seguridad de los niños estén protegidos durante la participación en la investigación, como los cuatro niveles de riesgo a los que se asigna cada protocolo de investigación. Esta asignación se realiza en función de todos los riesgos y beneficios potenciales asociados con la participación. Existen salvaguardas para garantizar que los riesgos se minimicen o eliminen siempre que sea posible. El proceso de consentimiento y el requisito de asentimiento (si corresponde) es una oportunidad para garantizar que los tutores legales y los participantes entiendan por igual el significado de su participación en la investigación y no tengan una "idea terapéutica errónea" de beneficio de la investigación. Todos los estudios deben recibir la aprobación de una Junta de Revisión de Investigación antes de iniciar cualquier procedimiento relacionado con el estudio, y algunos estudios reciben una supervisión adicional de las juntas de seguridad y monitoreo de datos si involucran a una población altamente vulnerable, como los ensayos clínicos psiquiátricos pediátricos. Conclusiones: Incluso con salvaguardas como estas en vigor, aún quedan muchas preocupaciones con respecto a la ética en torno a esta área de investigación. Sin embargo, estos obstáculos no deben disuadir a los investigadores de explorar las cuestiones que deben abordarse para brindar la mejor atención posible a los niños y adolescentes con trastornos psiquiátricos.