Sydur Rahman y Matthew D. Alvin
La ictericia neonatal se observa en hasta el 60% de los lactantes a término y en el 80% de los prematuros durante la primera semana de vida. Si bien a menudo se la considera una entidad clínica única, la ictericia neonatal es un hallazgo físico asociado con muchas etiologías posibles. La ictericia se observa cuando el pigmento bilirrubina se acumula en la piel, la esclerótica y otros tejidos. La importancia de identificar correctamente la etiología de la ictericia neonatal radica en la necesidad de intervenir de manera temprana para evitar las devastadoras secuelas de la hiperbilirrubinemia prolongada, es decir, la disfunción neurológica inducida por bilirrubina (BIND), anteriormente kernicterus. Este manuscrito proporciona un marco para pensar en las etiologías de la ictericia neonatal con respecto al tipo de hiperbilirrubinemia (directa vs. indirecta) y la edad del recién nacido.