Dragan Pavlovic, Alexander Spassov y Christian Lehmann
Antecedentes: Se ha sugerido que se abandone la palabra eutanasia porque el uso impreciso y generalizado de la palabra “eutanasia” la ha privado de su significado preciso.
Métodos: Sobre la base de la condición primaria necesaria para la eutanasia –que sea en beneficio de quien va a morir– examinamos el uso y el significado de la expresión.
Discusión: Demostramos que las sugerencias anteriores se basan en un mal uso flagrante o un uso inapropiado de la palabra. Se llama la atención del lector sobre las consecuencias moralmente problemáticas si se abandonara la expresión “eutanasia” y se rechaza el argumento de que el abandono del término estaría justificado.
Conclusiones: En lugar de abandonar la palabra “eutanasia”, se debe tener cuidado de usar el término correctamente en el futuro. De este modo, se preservaría el significado original de la palabra “eutanasia” y solo podríamos beneficiarnos de la rica tradición que impregna esa antigua palabra.