Ghimire P, Gopal KC, Shrestha SM y Parajuli G
La enfermedad del añublo causada por Pyricularia grisea , es una de las enfermedades más devastadoras del arroz en la mayoría de las áreas productoras de arroz del mundo. En Nepal, la enfermedad causa una reducción del rendimiento del 10%-20% en las variedades susceptibles, pero en casos severos, llega hasta el 80%. Los productos químicos se aplican comúnmente para controlar la enfermedad del añublo del arroz, pero cuando se usan indiscriminadamente, también representan una amenaza grave para el medio ambiente. Se realizó un experimento para verificar la eficacia contra la enfermedad del añublo del cuello de la variedad de arroz "DY-69" (una variedad china) con Hexaconazol 5 SC, Triciclozol 76 WP y Kasugamycin 3% SL como fungicidas químicos mientras que con Trichoderma viridae como agente biológico durante junio a noviembre de 2014 en una parcela experimental con cuatro réplicas en la División de Patología Vegetal del Consejo de Investigación Agrícola de Nepal, Lalitpur. Los tratamientos se aplicaron dos veces en el campo, es decir, en la etapa de macollamiento, es decir, 35 días después del trasplante (DAT), y en la etapa de encabritado, es decir, 65 DAT. Se calcularon la incidencia de la enfermedad, el índice de la enfermedad, el peso específico y el rendimiento total, y se calculó la media. La puntuación de la enfermedad del tizón del cuello se realizó siguiendo el sistema de puntuación estándar desarrollado por SES (2002). El triciclazol pareció ser mejor para controlar la enfermedad del tizón del cuello, seguido del hexaconazol, determinado en términos de incidencia de la enfermedad, índice de la enfermedad, peso específico y rendimiento total. Sin embargo, T. viridae pareció bastante comparable al triciclazol. Por lo tanto, el uso de T. viridae como una opción de bioagente para controlar una enfermedad será una medida ecológica y se deben realizar más estudios sobre su dosis y aplicación en el campo para verificar los resultados y controlar el tizón del arroz. Por lo tanto, el uso de fungicidas o bioagentes apropiados (alternativos a los fungicidas) ayuda a reducir el riesgo para la salud al minimizar el impacto adverso en el medio ambiente.