Gastón A. Zoroastro
Nueva descripción clínica para casos de hijos de “desaparecidos” [1] cautivos nacidos de madres bajo tortura, vejaciones y malos tratos, como una forma especial de sufrimiento transmitido por la madre. Estos niños padecieron de alguna manera el horror de la tortura -como terrorismo de Estado- por parte de sus madres al ser luego del parto separados de ellas, y entregados por sus captores a parejas infértiles, que generalmente ocultan su posible origen agraviado, especialmente a partir del período 1976-1982 de la última dictadura militar argentina, caracterizado jurídicamente. Se discute su posible inclusión en las categorías existentes de la CIE-10 de la OMS, haciendo una comparación de los posibles diagnósticos de los cuadros descriptores: como el (F43.1, y F62.0), concluyendo en la necesidad de aplicar a la nueva presentación semiológica patognomónica de los Trastornos Persistentes de la Personalidad, desde el seno de una situación de estrés extremo de la madre, una clínica ideosincrasica reconocible en el niño, derivada de una patogenia de singularidad original. Este síndrome tiene como característica funcional su singular especificidad de aparecer como identificador notoriamente de alta sensibilidad para detectar niños que, desconociendo su historia fetal, pasaron en campos de concentración de detenciones ilegales, cuyas madres acabaron asesinadas tras torturas. También se sugiere el probable impacto de la situación violenta en su apropiación, que determinaría un nuevo concepto de "identidad alienada", o "personalidad robada" (conceptos psicolegales) relacionado con la conciencia de que los padres tienen su origen en agravio, que podría haber afectado a su crianza y educación temprana, muy diferente de la forma habitual de adopciones de otro origen. A esto se han sumado nuevos casos confirmatorios obtenidos de un grupo de edad actual de 32-39 años. Se ha iniciado una campaña de autodetección mediante la difusión internacional de un cuestionario autoadministrado. En la actualidad la Asociación de Gama ha recuperado la nieta nº 117.