Sinan Caya*
La alimentación es esencial para la vida desde un punto de vista biológico, pero los alimentos que ingerimos no están destinados únicamente a ese fin. Un determinado tipo de alimento, las circunstancias que rodean su consumo o los hábitos de alimentación suelen transmitir una gran cantidad de mensajes ocultos o connotaciones que, en realidad, se basan en concepciones y prácticas históricas y culturales profundamente arraigadas en una sociedad humana determinada.