Giselle Manica, Scheila Manica
Los odontólogos forenses pueden sentirse presionados a emitir opiniones periciales o a lidiar con problemas psicológicos que puedan surgir de su participación investigativa en casos asociados con muerte, abuso infantil e identificación de víctimas de desastres. Su exposición regular a estos elementos de sus prácticas profesionales puede impactar negativamente en el disfrute de la salud mental y posiblemente requerir la asistencia de un psiquiatra, un psicólogo clínico o un consejero. Nuestro objetivo es informar a las personas que aspiran a convertirse en odontólogos forenses y a quienes ya tienen una carrera en el campo, exponiendo algunas características de sus demandas profesionales, relacionándolas con algunas reflexiones sobre cómo el cumplimiento de estos deberes influye positiva o negativamente en los estados psicológicos por los que atraviesan estos profesionales, e ilustrar de manera breve pero responsable cómo los profesionales de la salud mental pueden actuar en el sentido de construir autonomía y habilidades de autocuidado en sus clientes, para que los odontólogos forenses puedan seguir trabajando sin sufrir, innecesariamente y/o en silencio. Concluimos recomendando que es urgente desarrollar más investigaciones y debates sobre la naturaleza y las repercusiones del sufrimiento profesional y biopsicosocial de los dentistas forenses, ya que una sociedad que ignora el cuidado de sus cuidadores niega, desde su inicio, el significado mismo de lo que significa "cuidar".