Víctor Alfonso Solarte, Silvia Becerra-Bayona, Lissette Sánchez-Aranguren, Claudia L. Sossa, Álvaro Meana, Jesús Merayo-Lloves y Martha L. Arango-Rodríguez
Las úlceras cutáneas crónicas que no cicatrizan se consideran una carga biológica, psicológica y financiera importante tanto para los pacientes como para los sistemas de salud. Se requieren esfuerzos multidisciplinarios para abordar esta enfermedad refractaria, con el fin de encontrar soluciones definitivas que conduzcan a mejores condiciones de vida. La diabetes, la estasis venosa, la insuficiencia arterial, la presión y la radiación son factores de riesgo comunes asociados con las heridas crónicas. Desafortunadamente, el estado curado de estas heridas tiene una alta tasa de recaída, lo que afecta negativamente la calidad de vida del paciente. Sin embargo, los avances en medicina regenerativa han permitido el desarrollo de terapias basadas en células que promueven la curación de heridas al aumentar la migración y diferenciación celular. En particular, las células madre mesenquimales (MSC) y sus derivados acelulares han surgido como un agente terapéutico atractivo en varias enfermedades, incluidas las úlceras cutáneas crónicas, debido a su papel en la inmunomodulación y la regeneración tisular. En esta revisión se discuten las características de las MSC, así como sus propiedades regenerativas y sus mecanismos de acción en la cicatrización de heridas. Por último, también se exploran las perspectivas de las MSC y sus derivados acelulares en el tratamiento clínico de las úlceras cutáneas crónicas.