Meiling Chi, Huanhuan He, Hongyu Wang, Minghua Zhou y Tingyue Gu
Las celdas de combustible microbianas (CMF) han surgido como una tecnología potencial para la producción directa de bioelectricidad a partir de materia orgánica presente en corrientes de aguas residuales que de otro modo no se utilizarían. La modificación del ánodo de fieltro de grafito mediante nanopolipirrol (nano-PPy) se llevó a cabo mediante una reacción de electropolimerización utilizando voltamperometría cíclica (CV). Los ensayos de electropolimerización denominados PPy-1, PPy-2 y PPy-3 utilizaron 5, 10 y 20 ciclos de CV, respectivamente, con un voltaje de barrido que osciló entre 0 y 0,9 V a una velocidad de 50 mV/s. Se investigaron las influencias del tiempo de reacción (reflejado por el número de ciclos de CV) en la morfología de las películas de polipirrol sobre los ánodos y el rendimiento de las CMF. El espesor de la película de polipirrol y el diámetro de las partículas aumentaron con el tiempo de reacción. Utilizando el ánodo PPy-2, la densidad de potencia máxima fue de 430 mW/m2, un aumento del 15% en comparación con la del control (es decir, MFC con un ánodo sin modificar). Además, la eficiencia coulombiana y la eliminación de la demanda química de oxígeno (DQO) también aumentaron después de la modificación del ánodo.