Madhuvanti Mukherjee
Los investigadores occidentales, las compañías farmacéuticas y las instituciones académicas llevan muchos años realizando investigaciones en países en desarrollo. Estos lugares ofrecen importantes ahorros de costes, plazos más breves y poca o ninguna supervisión reglamentaria, lo que los hace atractivos para los investigadores del mundo desarrollado. Los residentes de estas comunidades son pobres, a menudo analfabetos, desempleados y padecen enfermedades que no reciben tratamiento. Como los investigadores y sus patrocinadores suelen poner en peligro o malinterpretar los protocolos éticos establecidos para la investigación internacional, estas personas quedan expuestas a la explotación y el abuso.
En este artículo, exploro cómo la utilización actual de las pautas éticas está permitiendo la explotación. Identifico cuestiones éticas relacionadas con el reclutamiento de sujetos, el consentimiento informado, el estándar de atención y las obligaciones de los investigadores posteriores al ensayo. Luego examino situaciones específicas en las que se produjo explotación debido a ensayos de medicamentos, vacunas o clínicos. Concluyo ofreciendo recomendaciones para crear un enfoque más simplificado para la investigación internacional que tenga en cuenta las experiencias y necesidades de las poblaciones vulnerables. Este enfoque ayuda a garantizar que los participantes participen plenamente en el proceso de aprobación ética; puedan elegir si participar o no sin ninguna influencia o presión indebida; sean tratados con el estándar de atención más adecuado a su contexto y entorno; y tengan acceso razonable a cualquier intervención que haya demostrado ser eficaz durante el transcurso del ensayo. El respeto por la beneficencia, la justicia y la autonomía personal debe guiar las interacciones de los investigadores con los sujetos antes, durante y después del ensayo.