Jerome Aondona Shaguy
Nigeria es el segundo país con mayor tasa de mortalidad materna del mundo. La última encuesta nacional demográfica y de salud situó las cifras en 576 por 100.000. Las causas principales de esta tasa son las hemorragias, la sepsis, los partos obstruidos y las complicaciones relacionadas con los abortos inseguros. En los últimos 16 años (alrededor del año 2000), con la intervención de la iniciativa de los objetivos de desarrollo del milenio y el regreso de un gobierno democrático a Nigeria, un nuevo régimen de promoción y demanda de buena gobernanza ha puesto de relieve los indicadores de mala salud en general y la salud materna e infantil en particular, convirtiendo a su vez las cuestiones maternas e infantiles en altas prioridades de salud. La voluntad política se ha alineado con los recursos y ha configurado una respuesta más sólida a la crisis de morbilidad y mortalidad materna. Se han observado mejoras en el sur de Nigeria, sin embargo, en el norte, el progreso es más lento y el cambio más lento. La textura social y cultural de esta región desempeña un papel distal en el lento progreso observado. Es necesario realizar más investigaciones para comprender mejor el papel de los gradientes de poder, las creencias y el condicionamiento religiosos, las percepciones y la presión sociales, el nivel educativo y las prácticas culturales transgeneracionales. Esta revisión sistemática examina el estado del conocimiento y el alcance de las lagunas.